miércoles, 14 de abril de 2010

Cuento de las regletas

Había una vez una regleta blanca que siempre estaba sola y no tenía amigos. Las regletas grandes siempre se creían las mejores porque eran las mayores. Era como la pirámide de la jerarquía por eso la blanca siempre sufría.
Un día vienieron la marrón, azul y naranja, y se pusieron en frente de la blanca. Cuando el naranja se le acercaba a la blanca se ponía nervioso porque él era el más poderoso. Siempre los más grandes molestaban a la blanca, y ella lloraba como si corriera una barranca.
Un día cuando la blanca sola, pegada a una esquina, se acercó la naranja y le dió una palma en la barriga.
__Eres pequeñita, me gustaría ser como tú, soy el más grande y el más poderoso pero a veces parezco un oso.
__¡Cómo puedes decir eso, si ni siquiera eres obeso!
Yo soy pequeñita y se ríen hasta de mi naricita.
Entre todo este barullo la charla acabó con orgullo.
Surgió una gran amistad que ni una mayor podía negar.
FIN

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